jueves, 4 de septiembre de 2014

Entrevista capotiana a Agustín Calvo Galán

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Agustín Calvo Galán.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Un lugar a cielo abierto: un pedazo de mi jardín, por ejemplo, con algún libro siempre a mano.
¿Prefiere los animales a la gente?
No, me siento muy felino y me gusta el regazo de los humanos.
¿Es usted cruel?
Espero que no.
¿Tiene muchos amigos?
Tengo bastantes amigos, y algunos pocos son muy buenos amigos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Algo de empatía y que no me juzguen.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No, en absoluto. Soy yo el que intenta no decepcionarles a ellos.
¿Es usted una persona sincera? 
La sinceridad mal entendida es una forma de mala educación, así que sinceridades las justas. Sin necesidad de mentir, soy más amigo de la diplomacia.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Oyendo la música que me gusta, charlando con los amigos, leyendo y viajando a lugares que desconozco.
¿Qué le da más miedo?
Los dogmatismos, la obediencia ciega, la ignorancia interesada.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La violencia,  no la soporto.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Científico, que  tal vez sea otra manera de ser creativo.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Corro y voy en bici de vez en cuando, por estricta recomendación médica.
¿Sabe cocinar?
Lo justo para no morir de inanición.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A algún músico como Jordi Savall o Narciso Yepes. A alguna pintora como Gabriele Münter o Maria Helena Vieira da Silva. O a algún científico como Ramón y Cajal o Rita Levi-Motalcini.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Justicia.
¿Y la más peligrosa?
Odio.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Tal vez en mi subconsciente.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
La única ideología política que abrazo con todas mis fuerzas y todo mi sentimentalismo es el Iberismo. Como dijo Miguel Torga: mi patria telúrica acaba en los Pirineos.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Gato de buena familia.
¿Cuáles son sus vicios principales?
La imaginación.
¿Y sus virtudes?
El pragmatismo y la curiosidad.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Si me estuviera ahogando intentaría con todas mis fuerzas nadar y salir a flote. Si me fallaran las fuerzas, me acordaría de todas las personas que quiero y me encomendaría a todos mis antepasados.

T. M.