miércoles, 1 de abril de 2015

La escritura personalista de Lichtenberg


Me encanta la colección de Hermida Editores El Jardín de Epicuro-No Ficción. De ella reseñé varias maravillas, como Oscariana de Wilde o Los caracteres de Jean de La Bruyère, aparte de leer el espléndido El almuerzo en la hierba y referirme a él en otro artículo proustiano. Como en este último título, Jaime Fernández prologa ahora el primer volumen de los Cuadernos de Georg Christoph Lichtenberg, con traducción de otra garantía en estas lides, Carlos Fortea. El pensador alemán es la quintaesencia de la escritura íntima, a veces sólo descifrable para él, como si apuntara retazos, esbozos, de cosas a desarrollar, o se hiciera guiños a sí mismo. Y sin embargo, y tal vez por eso precisamente, aún despierta fascinación y recibe, como en este caso, atención editorial, y del más alto nivel.