jueves, 22 de junio de 2017

Entrevista capotiana a Martín Casariego

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Martín Casariego.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Una casa rodeada de árboles, con una buena biblioteca, conexión a internet, piscina para el verano, y un acceso lo suficientemente cómodo como para que no me faltaran las visitas.
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero los animales salvajes y la gente civilizada.
¿Es usted cruel?
No.
¿Tiene muchos amigos?
Nunca se tienen muchos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Honradez, sentido del humor, reciprocidad en la estima.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Tanto como yo a ellos.
¿Es usted una persona sincera? 
Procuro serlo a medias, la sinceridad completa puede ser hiriente, para otros y para uno mismo.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Leer, viajar, ver películas, estar con personas a las que aprecio.
¿Qué le da más miedo?
La soledad, el dolor y, especialmente, no valerme por mí mismo.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La crueldad, el fanatismo. Aunque más que escandalizarme, me indigna.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Dibujar fatal.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
No.
¿Sabe cocinar?
No.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Hay tantos... Cabeza de Vaca, por ejemplo.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Tolerancia.
¿Y la más peligrosa?
Mío. Aunque intentar eliminarla puede ser desastroso...
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Centro.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Guardabosques.
¿Cuáles son sus vicios principales?
En determinadas situaciones, beber más de la cuenta. Aunque siempre la pago.
¿Y sus virtudes?
Se puede confiar en mi palabra.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Mis hijos, mi mujer, mis hermanos, mis padres... La casa en Aravaca en la que pasé mi infancia y juventud.

T. M.