viernes, 21 de julio de 2017

Entrevista capotiana a Claudio Valerio Gaetani

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Claudio Valerio Gaetani.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Probablemente Procida, una pequeña isla de 1 kilómetro cuadrado frente a las cosas de Nápoles  en Italia.
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero la vida en general, me encantan los animales sea aquellos humanos sea aquellos de nuestra especie, considero que el contacto con seres de diferentes especies siempre ha sido algo altamente reconfortante, amar a los seres vivientes y hacer placer de ello es una parte importante el desarrollo de nuestra conciencia.
¿Es usted cruel?
Todos somos crueles, en algunos momentos de nuestra vida, probablemente la conciencia de esto es algo que nos permite no serlo siempre, pero si lo debo definir, no soy cruel por antonomasia, solo en algunas circunstancias, la bondad humana nace también de la crueldad humana.
¿Tiene muchos amigos?
Una pregunta difícil, dicen que el ser humano tiene una limitada capacidad de tener amigos, es como un pequeño álbum de fotos, para poner una nueva, debes sacar una vieja, los amigos, de verdad, no sé si se pueden contar con los dedos de una mano, pero si, me siento amigo de muchas personas aunque si no siento a muchas personas como tales. Muchas personas dicen de ser mis amigos, conozco mucha, tanta gente, pero son limitados aquellos a los cuales llamo amigos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
No busco cualidades en las personas, ni en los amigos, simplemente tiendo a aceptar a las personas como son sin desear cambiarles nada más bien aceptar sus deficiencias y bondades, creo que la amistad se da aceptando que nos la den a modo de cada quién.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No esperando nada generalmente de las personas que frecuento, tiendo a no decepcionarme más de lo necesario, simplemente dejo ir a su modo cada quién construye su destino y no está a nosotros juzgar el modo en el cual lo hacen.
¿Es usted una persona sincera? 
A veces demasiado, decidí hace casi diez años de no decir lo que la gente quiere escuchar, mas bien lo que pienso, aunque si esto en la mayoría de los casos fastidia a las personas, me considero una persona parca y extremadamente sincero.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Escribiendo y leyendo y en familia, generalmente lo paso escribiendo y leyendo, divido mi tiempo libre entre mi familia y la escritura y la lectura, considero que solo a partir de lo que se aprende de los demás que se puede crear.
¿Qué le da más miedo?
Perder la capacidad de manejar mi cerebro, creo la capacidad de cognición del mundo que nos circunda es la parte más hermosa de la existencia, perder ésta es lo que más terror me produce, perder la conciencia de mi mismo y dejar de saber que soy, dejar de pensar y aprender y vislumbrar el mundo con lo que hoy soy, sería la pesadilla más grande de todas.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
No me escandaliza nada, he tenido la fortuna de ver tantas cosas en mi vida que ya nada me sorprende en realidad, me puede agradar o disturbar, pero jamás escandalizar, creo que la capacidad de escandalizarse sea ligado a nuestra incapacidad de aceptar que las cosas pueden suceder.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Originariamente, de pequeño, quería ser veterinario, pero siempre estaba destinado a escribir, crecí en un ambiente de gente que escribía siempre, en medio a cultura y libros y el hecho de escribir no es solamente genético si no también ambiental. Ser escritor no fue algo que haya escogido, por el contrario fue algo natural por lo que no habría podido escoger nada más. A pesar de eso, me convertí en diseñador, el hecho de hacer arte es parte de mi esencia en todo sentido.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Camino, principalmente me gusta caminar, no uso medios de trasporte, no conozco las rutas y no tengo vehículo, para mis movimientos en la ciudad, a menos que no sea imprescindible, prefiero siempre caminar largas distancias dentro de la ciudad o en el campo.
¿Sabe cocinar?
Es mi tercer pasión, amo la cocina y podría decir amo alimentar a las personas, sea en modo gastronómico sea en el intelecto, me encanta experimentar, soy Chef  y amo la gastronomía.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Probablemente escribiría sobre un muchacho que conocí por casualidad en una carretera en Italia, Barnabas Bintam, originario del Ghana, atravesó el Burkina Fasu, El Mali, la Algeria y el Mediterráneo para llegar en Europa perdiendo dos hermanos y otras veintidós personas que lo acompañaban en esa travesía de esperanza, y al final, con cu trabajo llevó pozos de agua a las comunidades de sus compatriotas, y mantiene desde Europa con su trabajo de casi de esclavo moderno europeo a muchas de las familias de sus compañeros, aunque no fueron más que simples personas en busca de su destino.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Serendipia, un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta.
¿Y la más peligrosa?
Omertad. La ley del silencio, creo que sea lo peor que existe la Omertad, es el mal de nuestros tiempos, el callar a prescindir de lo que suceda, no denunciar no decir nada y hacerse de la vista gorda. “No hay nada mas peligroso de quién sabe y no hace nada por cambiar las cosas”.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Una sola vez tuve esa necesidad, encontrándome en un momento en el cual o era la mía o era la vida de alguien más. La muerte o la eliminación de algo o alguien no es jamás una solución.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Aunque si muy seguido tiendo a decir de que para girar a la izquierda doy tres vueltas a la derecha, mi posición política se basa sobre la tendencia a salvaguardar  nuestra creencia en Dios, la Patria y la Familia, no creo en las tendencias populistas ni en las tendencias de igualdad completa, cada quién se forja su destino pero debe respetar esos preceptos, Dios, Patria y Familia.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Sería la misma cosa rara que soy ahora, si pudiese cambiar algo en mi vida, en realidad cometería las mismas equivocaciones, los mismos errores y no cambiaría nada de mi existencia, al final de cuentas, como digo, apesta, pero es solamente mía.
¿Cuáles son sus vicios principales?
En realidad no tengo vicios, si pudiera definir vicio el teatro, creo que ese es mi vicio, solía fumar, pero fumo tabaco por que sí, si tengo fumo si no, no es un problema, o quizá mi vicio sea la comida, es mi platillo favorito.
¿Y sus virtudes?
Dar, creo que sea mi virtud y a la vez mi peor cualidad, creo que dar sea lo más importante, sin pretender de recibir.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Es probable que pensaría a la playa Saint-Laurent-sur-Mer, solitaria y terrible, no puedo aún recordar cuantas imágenes me vinieron a la mente estando ahí, pero sé que se repiten tantas veces en mis sueños y en mi pensamiento. No sé si recordaré a quienes he amado y perdido, sería algo que solo en ese momento podría responder. Existen demasiados recuerdos y vivencias como para saber qué sería lo que pasaría por mi mente.

T. M.